Inspiraciones para la trama

las cronicas de leyendario reducido

Mis primeras influencias: la tecnología y el anime

Responder a la pregunta sobre de dónde surge la idea para Las Crónicas de Leyendario no es sencillo. Nací a mediados de los años 80(85), una época marcada por cambios tecnológicos que lo transformaron todo. No había internet como lo conocemos ahora, ni celulares a la mano de todos. Una computadora en casa era algo nuevo y fascinante. Recordar esa época me trae una nostalgia especial, pues fue en ese entorno donde comenzó a formarse mi imaginación.

Por aquel entonces, el anime era una influencia que pocos entendían. Era visto como algo extraño, incluso inapropiado para algunos adultos. Recuerdo cuando ciertas series eran satanizadas por padres preocupados, quienes pedían que las retiraran de la televisión. A pesar de todo, yo disfrutaba muchísimo con series como La visión de Escaflowne, Sakura Card Captor, Slayer y Los caballeros del zodiaco. Esas historias, llenas de personajes complejos y mundos fantásticos, despertaron en mí un deseo profundo de crear algo propio, algo igual de mágico.

Otra gran influencia para mí fue la ciencia ficción, un género que desde siempre me ha fascinado. Fue ese amor por lo futurista, lo tecnológico y lo fantástico lo que empezó a dar forma a mi propia historia.

El Super Nintendo: la chispa que encendió mi imaginación

Cuando tenía 16 años, mi tía regresó de Estados Unidos y nos trajo un regalo que cambiaría todo: un Super Nintendo. Para mis hermanos y para mí, fue el mejor regalo que pudimos haber recibido. Saltamos de alegría al tener esa consola en nuestras manos. Era como abrir una puerta a un mundo nuevo, lleno de aventuras y posibilidades infinitas. Pasábamos horas jugando, imaginando nuestros propios mundos y aventuras inspirados en los videojuegos.

En esa época, junto a mis hermanos, creábamos naves espaciales con cartón, tijeras y pegamento. Imaginábamos que éramos protagonistas de esas grandes historias que tanto nos gustaban. Nuestra creatividad no tenía límites. Recuerdo que a veces le causábamos más de un dolor de cabeza a mi mamá (¡perdona, ma!), pero eso no detenía nuestra pasión por jugar e imaginar.

Fue en esos momentos de creación e imaginación desbordada cuando empecé a concebir mi historia como un videojuego. Dibujaba personajes, creaba escenarios, y planeaba niveles. Quería hacer algo que emocionara tanto a los demás como a mí me emocionaba ver y jugar esas aventuras. Pero con la llegada del Nintendo 64 y sus gráficos más avanzados, me di cuenta de que la tecnología evolucionaba rápidamente y que mi idea de crear un videojuego se complicaba.

A pesar de eso, la historia ya estaba sembrada en mi mente, y el deseo de crear algo propio seguía más fuerte que nunca.

De los videojuegos a la escritura: el nacimiento de una saga

Cuando llegué a la preparatoria, decidí darle una nueva forma a mi idea. Esta vez no sería un videojuego, sino una novela ambientada en un mundo medieval con tintes futuristas, algo similar a He-Man, pero con su propia esencia. Cada noche, escribía en una libreta, revisando y reescribiendo si algo no me convencía. Aunque al principio no tenía mucha experiencia, y mi ortografía no era la mejor, sentía que estaba creando algo especial.

Mezclaba en mi mente mi amor por la mitología egipcia, que siempre me ha fascinado, con los mundos fantásticos que tanto me gustaban. Así, mi historia fue creciendo, página tras página, hasta que sin darme cuenta había llenado varias libretas con ideas, personajes y aventuras. El mundo que imaginaba era vasto, lleno de detalles, y cada vez se volvía más real para mí.

Cuando mis hermanos y yo recibimos una computadora, comencé a transcribir todos mis borradores. Mi mamá, a quien siempre le estaré agradecido, me inscribió en clases de computación. Fue en esas clases donde aprendí a escribir más rápido y a organizar mejor mis ideas. Para ese momento, ya había desarrollado una historia que, sin darme cuenta, se había convertido en una saga de cinco libros.

El proceso de pulir una historia: de rechazos a aprendizajes

A lo largo de los años, envié mi historia a varias editores. Algunas me dijeron que tenía potencial, pero que necesitaba pulirse; otras mencionaron que le faltaba estructura. Aunque estos comentarios eran difíciles de aceptar, nunca dejé de trabajar en mi historia. Volvía a empezar una y otra vez, tomando en cuenta las críticas y ajustando los detalles. Sabía que no podía perder la esencia de aventura que quería transmitir.

Recuerdo un momento en particular, cuando una editora me citó para revisar mi historia. Estaba emocionado, pero al llegar a la cita, algo curioso sucedió: una chica se me había acercado y preguntó si estaba solo, yo lo le dije que sí pero esperaba a alguien para que me ayudara con un trabajo de edición. Hablé con ella un rato y le dije de que trataba mi historia, pero ya tenía que irme ya que la editora me esperaba, solo que en otro edificio. Además de rechazarme el trabajo, perdí a la chica que aun que me dio su número, nunca quiso volver a hablarme y me dio muchas escusas para no vernos. En fin. Fue un golpe inesperado, pero no dejé que eso me desanimara. Volví a trabajar en mi historia desde cero, perfeccionando los detalles, reestructurando las ideas, y manteniendo la vista fija en mi objetivo.

Cada rechazo fue un aprendizaje. Comencé a leer libros sobre cómo escribir mejor, cómo estructurar personajes y tramas, y a entender los aspectos técnicos de la escritura que no conocía antes.

Las Crónicas de Leyendario: un sueño hecho realidad

Finalmente, después de muchos años, muchas revisiones y muchas reescrituras, logré completar el primer libro de Las Crónicas de Leyendario. Heraldo, la leyenda del elegido. No fue un proceso fácil. Hubo momentos en los que quise tirar la toalla, olvidarme de todo y dejar el proyecto atrás. Pero algo dentro de mí siempre me decía: «Sigue adelante».

El camino no fue sencillo, pero cada obstáculo me ayudó a mejorar como escritor y como persona. Hoy, después de todo ese esfuerzo, puedo decir que Las Crónicas de Leyendario es la culminación de todos esos años de imaginación, creatividad y pasión.

Un mensaje final para los soñadores

Si algo he aprendido en todo este proceso, es que los sueños requieren tiempo, esfuerzo y, sobre todo, perseverancia. No importa cuántas veces te digan que no, si crees en tu historia y en tu pasión, sigue adelante. Habrá momentos difíciles, rechazos y frustraciones, pero esos momentos son los que te harán más fuerte y te acercarán a tu objetivo.

Las Crónicas de Leyendario no solo es una saga, es el resultado de mi amor por la ciencia ficción, el anime, la mitología y todo lo que me inspiró de niño. Si yo logré escribir mis libros, tú también puedes lograr lo que te propongas. Nunca dejes de soñar, y nunca dejes que alguien te diga que no puedes hacerlo.

Resumen
El Origen de Las Crónicas de Leyendario: Inspiración, Creatividad y Perseverancia
Nombre del artículo
El Origen de Las Crónicas de Leyendario: Inspiración, Creatividad y Perseverancia
Descripción
Las Crónicas de Leyendario nacen de la pasión por la tecnología, el anime y la ciencia ficción de un joven de los años 80. Desde su infancia, influenciado por series como Escaflowne y Los Caballeros del Zodiaco, y su amor por los videojuegos, comenzó a imaginar mundos y aventuras. A los 16 años, con la llegada de un Super Nintendo, la creatividad desbordó, y empezó a desarrollar lo que sería una saga. A través de años de esfuerzo, rechazos y aprendizajes, transformó sus ideas en una novela de fantasía y ciencia ficción, culminando en Las Crónicas de Leyendario. Este proyecto es el resultado de perseverancia y amor por los sueños, invitando a otros a no rendirse ante los obstáculos.
Autor
5 1 votar
Article Rating
Suscribir
Notificar de
guest

0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios